miércoles, 30 de septiembre de 2009

Un científico revela que en 20 años los seres humanos serán inmortales

El científico Ray Kurzweil asegura que los seres humanos podrían llegar a ser inmortales en solamente 20 años gracias a la nanotecnología y a una mayor comprensión de cómo funciona el cuerpo.
El hombre, de 61 años, ya predijo otras tecnologías en el pasado y aseguró que el entendimiento de los genes y la tecnología está avanzando tan rápidamente que en aproximadamente unos 20 años se podrán sustituir los órganos vitales a través de la nanotecnología y así vivir para siempre.
Kurzweil asegura que aunque lo que está diciendo puede ser algo completamente descabellado, implantes como el páncreas artificial o los implantes neuronales ya existen en la actualidad.
El experto comentó que tanto él como muchos otros científicos piensan que tendrán medios para reprogramar el cuerpo humano y así frenar el envejecimiento.
"En última instancia, los nanobots sustituirán a las células de la sangre y harán su trabajo mil veces más eficazmente", aseguró. Además también comentó que dentro de 25 años podremos bucear sin oxigeno o que podremos correr durante 15 minutos sin siquiera tener que respirar.
«Las leyes de la matemática no son meramente invenciones o creaciones humanas. Simplemente "son": existen independientemente del intelecto humano. Lo más que puede hacer un hombre de inteligencia aguda es descubrir que esas leyes están allí y llegar a conocerlas.»

Mauritis Cornelis Escher (Artista holandés).
«El olvido de las matemáticas perjudica a
todo el conocimiento, ya que el que las ignora no puede conocer las otras
ciencias ni las cosas de este mundo»

Roger Bacon

lunes, 14 de septiembre de 2009

Descubren un planeta de gran tamaño que desafía las leyes astronómicas

Un equipo de científicos británicos ha descubierto un planeta con un volumen diez veces superior al de Júpiter que orbita tan cerca de su estrella matriz que las corrientes estelares deberían haberle conducido ya a la destrucción.

En un estudio
que publica la revista británica "Nature", un grupo de astrónomos de la Universidad de Keele (Reino Unido) asegura que este planeta bautizado como WASP-18b es una rareza en el mundo de la astronomía y que la probabilidad de observar un fenómeno semejante es de una entre mil.

Se trata de un planeta del grupo de los "Júpiter Calientes", es decir, aquellos que se forman lejos de la estrella en torno a la cual orbitan y que se aproximan a la misma a lo largo de los años con ayuda de las corrientes estelares.

Sin embargo, el WASP-18b es tan grande y se encuentra actualmente tan cerca de su estrella matriz que las mencionadas corrientes ya deberían haberle llevado directamente a impactar contra el astro.

De hecho, la supervivencia de este tipo de planetas no suele ser superior a un millón de años, un hito que ha batido con creces por el citado planeta.


Como posibles causas, los científicos apuntan que las corrientes estelares de ese sistema son menos fuertes que las de nuestro sistema solar, lo que explicaría la longevidad del WASP-18b. Otra posibilidad sería que otro elemento exógeno aún no identificado sea el que evita la colisión del planeta con su estrella y su consiguiente destrucción.





Fuente

Universo observable

El universo observable u horizonte cosmológico constituye la parte visible del universo total, parece tener un espacio-tiempo geométricamente plano conteniendo una densidad masa-energía equivalente de 9,9 × 10^-30 gramos por centímetro cúbico.

Los constituyentes primarios parecen consistir en 73% de energía oscura, 23% de materia oscura fría y un 4% de átomos. Así, la densidad de los átomos está en el orden del núcleo de hidrógeno sencillo para cada cuatro metros cúbicos.
La naturaleza exacta de la energía oscura y la materia oscura fría sigue siendo un misterio. Actualmente se especula con que el neutrino (partícula muy abundante en el universo) tenga, aunque mínima, una masa, lo que significaría, de ser comprobado, que la energía y la materia oscura no existen.

El Universo observable (o visible), que consiste en todas las localizaciones que podían habernos afectado desde el Big Bang dada la velocidad de la luz finita, es ciertamente finito. La distancia comóvil al extremo del Universo visible es sobre 46.500 millones de años luz en todas las direcciones desde la Tierra, así el Universo visible se puede considerar como una esfera perfecta con la Tierra en el centro y un diámetro de unos 93.000 millones de años luz.

Hay que notar que muchas fuentes han publicado una amplia variedad de cifras incorrectas para el tamaño del Universo visible, desde 13.700 hasta 180.000 millones de años luz.


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Falso vacío

El falso vacío alude a una región en el espacio que parece estar vacía –es decir, que está desprovista totalmente de materia, pero que en realidad contiene en su interior alguna forma de energía.

La teoría del falso vacío ha sido esgrimida para explicar qué existía en el universo antes de producirse el Big-Bang, ya que al liberarse esta energía almacenada en una pequeña región, se supone que el falso vacío se desintegra y tal debió ser el desencadenante del Big-Bang, el cual dio lugar a la expansión o inflación cósmica del universo.




«El estado de falso vacío es un estado peculiar e inestable que surge de manera natural en las teorías cuánticas de campos. Una vez una pequeña región del universo se ha materializado en dicho estado, empieza a expandirse de forma exponencial impulsada por un efecto gravitatorio "repulsivo" que resulta de una combinación de las propiedades peculiares del falso vacío y de las ecuaciones de la Relatividad General (en un efecto análogo al de la famosa constante cosmológica). Durante la expansión, el estado de falso vacío empieza a decaer en vacío habitual produciéndose una sopa muy caliente de partículas que precisamente corresponde al punto de partida de Big-Bang estándar.»



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El Big Rip

Un día el universo iba a colapsar por su propio peso, en una feroz implosión (Big Crunch), o se expandiría para siempre, mientras el cosmos se haría más y más oscuro, más y más frío, a medida que las estrellas se fueran agotando como lamparitas gastadas. Ahora existe el "gran desgarramiento" (Big Rip).

Recientes mediciones astronómicas no pueden eliminar la posibilidad de que en unos miles de millones de años una misteriosa fuerza llamada energía oscura sea lo suficientemente fuerte como para hacer explotar todo, las rocas, los animales, las moléculas y hasta los átomos.

"En cierta forma suena más como un argumento de ciencia-ficción que como un dato científico", dijo el doctor Robert Caldwell, un físico de Dartmouth que el año pasado describió esta posibilidad apocalíptica en un trabajo, junto a los doctores Marc Kamionkowski y Nevin Weinberg, del Instituto Tecnológico de California.

En lugar de un disminución de la gravedad cósmica, como se supuso durante un siglo, las galaxias comenzaron a acelerarse hace alrededor de cinco mil millones de años. La energía oscura parecía algo enloquecido en ese momento, pero en los años siguientes una cascada de observaciones fortaleció el argumento de que algo realmente extraño está pasando en el cielo. Tiene un nombre, pero eso no quiere decir que alguien sepa realmente qué es la energía oscura.
"En cinco años hemos pasado de pensar que parece un error a que todos estén buscando evidencia para respaldarlo", dijo el doctor Robert Kirshner, del Centro Smithsoniano para la Astrofísica, de la Universidad de Harvard, que fue uno de los protagonistas del descubrimiento original.

Ahora, ejércitos de investigadores están enfocando telescopios, grandes y pequeños, de Chile a Hawaii o Arizona, hacia el espacio exterior, en una búsqueda que intenta medir la energía oscura siguiendo las huellas de la historia del universo con una precisión sin precedente.
La idea de una fuerza antigravitatoria que atraviesa el cosmos suena a ciencia ficción, pero los teóricos hace mucho que saben que ciertos campos de energía deberían ejercer presión negativa, que, a su vez, debería producir gravedad negativa. De hecho, se piensa que un tipo de fuerza antigravitacional breve y violenta, llamada inflación, debe haber de impulsado el Big Bang.
Los astrónomos piensan que si este extraño comportamiento sigue ocurriendo hoy, el premio de todos los nuevos proyectos de observación podría ser un simple número. Conocido como w , es la razón entre la presión y la densidad de la energía oscura. Conocer este número y cómo cambia en el tiempo ayudaría a compaginar diferentes explicaciones acerca de la energía oscura y el futuro del universo.
Pero los intentos de calcular la constante cosmológica -descripta por Einstein- utilizando las modernas teorías de la gravedad y la física de partículas no resultan tan sencillos. Los teóricos admiten que están perdidos.

Una de las respuestas más extrañas es lo que Caldwell ha llamado energía fantasma, la energía oscura que podría conducir al "gran desgarramiento". "Es una extraña presión negativa", dijo Lawrence M. Krauss, de la Universidad Case Western Reserve.

Mientras la densidad de la energía de la constante cosmológica de Einstein se mantiene igual a medida que el universo se expande, la densidad de la energía fantasma se elevaría y se elevaría, volviéndose eventualmente infinita. Tal sería el caso si el parámetro w resultara ser inferior a uno, dicen los físicos, que admiten estar asombrados por tal posibilidad.

"Está más allá de una frontera de buen gusto", dijo Caldwell, llamando a la energía fantasma "mala noticia". La energía fantasma viola las intuiciones de los físicos acerca de cómo debería comportarse el universo.
Sugiere una versión del juicio final en la que éste empezaría lentamente. Dentro de miles de millones de año, a medida que la energía fantasma incrementara su empuje y la expansión cósmica se acelerara, más y más galaxias comenzarían a desaparecer del cielo al tiempo que sus velocidades alcanzaran la velocidad de la luz.
Pero las cosas no se detendrían allí. Dentro de algunos miles de millones de años, dependiendo del valor exacto de w , la fuerza fantasma sería suficiente para sobrepasar la de gravedad y romper los cúmulos de galaxias. Eso sobrevendría alrededor de mil millones de años antes del Gran Desgarramiento en sí mismo.
Entonces, el apocalipsis se aceleraría. Alrededor de 900 millones de años después, y 60 millones de años antes del final, nuestra propia Vía Láctea será destruida. Tres meses antes del desgarramiento, el sistema solar se destrozará. La Tierra va a explotar cuando falte media hora en el reloj cósmico.
El último ítem en la agenda de Caldwell sobre el día final es la disolución de los átomos, una décima de una mil millonésima de segundo antes de que el Gran Desgarramiento termine con todo.
Sin embargo, el cosmos probablemente tiene todavía mucha vida en él, según recientes cálculos del doctor Krauss. Basado en la edad actual del universo, que es de alrededor de 14 mil millones de años, w no puede ser inferior a 1,2, lo que ubicaría el Gran Desgarramiento a unos 55 mil millones de años en el futuro.