Los autores del trabajo explican que el hemisferio norte de Titán está listo para un clima primaveral con cielos polares despejados desde el equinoccio de agosto del pasado año. El instrumento VIMS de la sonda Cassini ha estado controlando las nubes en Titán de forma continua desde que entrara en órbita alrededor de Saturno.
En conjunto con Saturno en su órbita de 30 años alrededor del Sol, Titán tiene estaciones que duran al menos 7 años terrestres. Los investigadores han observado cambios atmosféricos significativos entre julio de 2004 y abril de 2010, el inicio de la primavera al norte. Las imágenes mostraron que la actividad de las nubes había disminuido recientemente cerca de ambos polos de Titán. Estas regiones habían estado muy nubladas durante el verano austral hasta 2008, unos pocos meses antes del equinoccio.
Según explica Sebastien Rodríguez, responsable del estudio, "durante los pasados 6 años descubrimos que las nubes parecen agrupadas en tres regiones distintas de Titán: grandes nubes en el polo norte, nubes dispersas en el polo sur y un cinturón estrecho alrededor de los 40 grados al sur. Sin embargo, ahora estamos viendo evidencias de una circulación estacional en Titán, las nubes en el polo sur desaparecieron por completo justo antes del equinoccio y las nubes en el norte están dispersándose. Esto concuerda con predicciones de los modelos y esperamos ver actividad nubosa inversa de un hemisferio a otro en la siguiente década a medida que se aproxima el invierno en el sur".
Los investigadores han utilizado los resultados de los Modelos Climáticos Globales desarrollados por el Instituto Pierre Simon Laplace para interpretar la evolución de los patrones de nubes observados a lo largo del tiempo. Las nubes polares de etano del norte se forman en la troposfera de Titán durante el invierno a altitudes de entre 30 y 50 kilómetros mediante un influjo constante de etano y aerosoles procedentes de la estratosfera.
En el otro hemisferio, las nubes a latitudes medias y altas se producen por el ascenso desde la superficie de aire enriquecido en metano. Las observaciones de la localización y actividad de las nubes de Titán a lo largo de largos periodos de tiempo son vitales para el desarrollo de una comprensión global del clima y el ciclo meteorológico de Titán.
Desde que la Cassini alcanzó Saturno, el instrumento VIMS ha realizado más de 20.000 imágenes de Titán, de ellas, los investigadores han seleccionado 2.000 para identificar la actividad nubosa en el satélite.
"Incluso habiendo eliminado el 90 por ciento de las imágenes, aún teníamos varios millones de espectros para analizar. Desarrollamos un programa informático que seleccionaba los píxeles de las nubes y después volvíamos atrás y revisábamos visualmente las detecciones para asegurarnos de que eran relevantes".
El investigador explica que se ha avanzado mucho en el conocimiento sobre el clima de Titán desde que la Cassini llegó a Saturno pero que aún queda mucho por descubrir. "Con la ampliación de la nueva misión tendremos la oportunidad de contestar algunas de las cuestiones clave sobre la meteorología de esta fascinante luna".
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