lunes, 18 de octubre de 2010

Las partículas de hielo de un anillo de Saturno forman gigantes bolas nieve

La sonda Cassini de la NASA ha captado nuevas imágenes que muestran cómo las partículas de hielo de uno de los anillos de Saturno, el denominado 'F', se agrupan formando bolas de nieve gigantes cuando la luna 'Prometheus' oscila por el mismo. La fuerza gravitatoria de este satélite agita los materiales del anillo, creando canales que permiten la formación de objetos de 20 kilómetros de diámetro.

"Los científicos nunca han visto objetos formarse", según ha explicado un miembro del equipo del Cassini con base en Queen Mary, en la Universidad de Londres. "Ahora tenemos la prueba directa de este proceso y del baile entre las lunas y las ruinas espaciales", ha señalado.

Estos hallazgos, publicados en 'Astrophysical Journal Letters', muestran igualmente cómo una de las lunas interactúa con el 'anillo F' y crea áreas densas de material del anillo. Éste fue descubierto por la nave espacial 'Pioner 11' de la NASA en 1979.

'Prometheus' y 'Pandora', las pequeñas lunas a ambos lados del anillo fueron descubiertas un año más tarde por el 'Voyager 1'. Desde entonces, el 'anillo F' raramente ha parecido ser el mismo, por ello, los científicos han estado observando el comportamiento "travieso" de las dos lunas para poder obtener pistas.

'Prometheus', la más grande de las lunas y la más cercana a Saturno parece ser la fuente primaria de las perturbaciones. Esta luna tiene forma de patata y su máxima longitud es de 148 kilómetros de ancho. En concreto, viaja alrededor de Saturno a una velocidad ligeramente mayor que la velocidad de las mucho más pequeñas partículas del 'anillo F' y por lo tanto, "bebe" las partículas del anillo y las remueve una vez cada 68 días.

"Algunos de estos objetos serán destrozados la próxima vez que 'Prometheus' azote a su alrededor", según ha apuntado
Murray. "Pero otros consiguen escapar, sobreviven y pueden crecer y hacerse cada vez más estables", ha añadido.

Los nuevos objetos encontrados en el anillo parecen ser bastante densos para tener lo que los científicos llaman "la autogravedad". Esto quiere decir que pueden atraer más partículas hacia ellos y crecer rápidamente en tamaño cuando las partículas del anillo rebotan en la estela de Prometheus, según explica Murray. Los objetos podrían ser tan densos como esta luna, aunque sólo una cuarta parte de lo que lo es la Tierra.

Sobrevivir o no
Lo que da a las bolas de nieve del anillo una buena oportunidad para sobrevivir es su localización especial en el sistema de Saturno, pues el 'anillo F' reside en un punto de balance entre la fuerza de marea de Saturno, intentando romper objetos y la autogravedad juntando objetos.

Una teoría sugiere que este anillo puede tener un millón de años, pero se repone cada pocos millones de años por pequeñas lunas amontonándose fuera de los anillos principales. Sin embargo, las gigantes bolas de nieve que se forman y se rompen tienen probablemente unos pocos meses de vida.

Un nuevo objeto
Además, los nuevos descubrimientos podrían ayudar a explicar el origen de un misterioso objeto de entre cinco y diez kilómetros de diámetro, que los científicos del Cassini descubrieron en 2004 y que han llamado provisionalmente 'S/2004 S 6'. Este objeto ocasionalmente choca con el 'anillo F 'produciendo chorros de escombros.

"El nuevo análisis rellena algunas lagunas de la historia de nuestro Sistema Solar, dándonos pistas sobre cómo se transforman trozos de polvo flotantes en cuerpos densos", ha señalado la científica del Laboratorio de Propulsión a Chorro de la NASA, Linda Spilker.

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