Así, los astrónomos se han sorprendido ya que este cuerpo tiene colores muy peculiares, que le hacen aparecer o muy azul o muy rojo, dependiendo de qué parte del espectro se utilice para mirarlo. El objeto es conocido como 'SDSS1416+13B' y se encuentra en una órbita ancha alrededor de una enana marrón un poco más brillante y más caliente, la 'SDSS1416+13A'.
Concretamente, el cuerpo más brillante de la pareja fue detectado en la luz visible por el telescopio 'Sloan Digital Sky Survey', de 2,5 metros de diametro. Por contra, el 'SDSS1416+13B' sólo se ve en la luz infrarroja. La pareja se encuentra entre 15 y 50 años luz del Sistema Solar, que en términos astronómicos es una distancia relativamente cercana.
"Tenemos que ser un poco cuidadosos acerca del descubrimiento porque sus colores son tan diferentes a todo lo visto con anterioridad que muchos físicos se encuentran trabajando en ello. No entendemos todavía y estamos intentando explicarlo", señaló el doctor Philip Lucas de la Universidad de Hertfordshire.
En esta línea, un espectro infrarrojo cercano tomado con el telescopio japonés Subaru en Hawai demostró que es un tipo de enana marrón llamada 'enana T', que tiene una gran cantidad de metano en su atmósfera, pero con características peculiares. En este caso, incluye una gran brecha en ciertas longitudes de onda.
"El hecho de que esté en compañía de otro cuerpo, una enana marrón cálida que también tiene un espectro inusual, nos está ayudando a llenar algunas lagunas en nuestro conocimiento", dijo el investigador del centro, el doctor Burningham.
De esta forma, indica que ambos cuerpos parecen pobres de elementos, un aspecto que podría explicarse si son cuerpos viejos, y que también encajaría con sus bajas temperaturas. Además, son cuerpos demasiado pequeños para ser estrellas, por eso se los denomina 'subestelares', y en concreto, estas enanas marrones cuentan con una masa más grande que los planetas gaseosos gigantes como Júpiter.
Debido a su baja temperatura, estos objetos son muy débiles en la luz visible y se detectan por su brillo en longitudes de onda infrarrojas. Los resultados del equipo han sido publicados en el boletín mensual de la Real Sociedad Astronómica.
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