El juego irrumpió en la escena a principios de la década del 90 con personajes digitalizados y un grado de violencia que sorprendió a la industria
Que un grupo de luchadores se reúna en un torneo legendario para elegir cuál es el mejor de todos no fue un argumento muy original a fines de la década del 80. Las películas de kickboxing , donde el protagonista que defiende su honor a fuerza de puños y patadas, es un claro ejemplo. Del lado de los videojuegos, la tendencia estaba marcada por Street Fighter 2 , un título que hacía las delicias de los gamers de las salas de arcade.
Sin embargo, a pesar de la violencia latente que residía en estos títulos, no existía ese instinto "asesino". Los luchadores ganaban, perdían, salían maltrechos, pero ninguno dejaba de vivir. Como si existiera la necesidad de renovar el acto de una obra de teatro para que los actores vuelvan a escena. Había algo de sangre, pero todo se debía enmarcar en un ambiente correcto.
Se repetían fórmulas en diversos títulos del género, y quien intentó realizar algo diferente fue Atari con su juego Pit Fighter en 1990. Bajo el argumento del "vale todo", se podía usar cuchillos, golpes con sillas o cajones con una novedosa técnica de digitalización de los actores que interpretaban a los luchadores. Sin embargo, su facilidad para ser jugado era deficiente y no tuvo demasiado éxito.
Dos años más tarde, la técnica de digitalización fue adoptada por Midway, con un título que pateó el tablero en el género de los videojuegos de pelea: Mortal Kombat .
Más allá de los avances gráficos y sonoros, el argumento ofrecía un universo con una oscura historia de mundos paralelos, poderes sobrenaturales e historias que definían de forma individual a cada personaje del juego.
Y por sobre todas las cosas, muchas escenas violentas y sangre.
Creado por Ed Boon y John Tobias, el videojuego cuenta la historia de un legendario torneo llamado Mortal Kombat. Durante siglos el certamen sirvió para medir las fuerzas de los guerreros de todo el mundo. Sin embargo, un personaje siniestro llamado Shang Tsung pretende ganar el torneo para abrir las puertas del Outworld, un universo dominado por el emperador Shao Kahn que pretende incorporar entre sus conquistas a la Tierra. Allí, varios guerreros con diversas motivaciones pelearán para evitar que esto suceda.
La elaborada historia que gestó el universo Mortal Kombat cautivó al público. La manera de jugar difería respecto a Street Fighter 2, pero no le restaba para nada la popularidad. Por su parte, se caracterizó por ofrecer al jugador la posibilidad de rematar al oponente al finalizar el combate, momento en el cual se sucedían escenas por demás sangrientas denominadas "fatality".
Dado el éxito que tuvo el videojuego en las salas de arcade, este título fue adaptado a las consolas hogareñas más populares de la época. Hubo una curiosidad, en las versiones para los equipos Super NES y MegaDrive la sangre y los "fatality" estaban restringidos pero Sega brindó la posibilidad de utilizar un código secreto que consistía en realizar una secuencia con los botones del joystick para restaurar dichas características. Nintendo, por su parte, se autocensuró y no permitió que esto suceda al ofrecer una versión del Mortal Kombat sin la polémica esencia del juego: la violencia.
La controversia que generó la irrupción de este tipo de juegos provocó la formación de una asociación que clasificó a los títulos de la industria por su violencia física, verbal o escenas sexuales. La Asociación de Software de Entretenimiento (Entertainment Software Association en inglés) creó la
Comisión de Clasificación de Software de Entretenimiento (Entertainment Software Rating Board, ESRB según sus siglas en inglés) para ofrecerle una guía de orientación a los padres que ayuda a elegir los contenidos que consideran correctos para sus hijos.
Una vez establecida la clasificación de contenidos en los videojuegos, en 1994 Nintendo dejó de lado la limitación de violencia que había impuesto a la versión de Mortal Kombat y junto a Midway lanzó Killer Instinct. El uso de nuevas tecnologías para visualizar a los personajes fue toda una revolución para la época, el juego sólo tuvo una secuela.
Mortal Kombat había pegado primero, y para demostrar su vigencia estrenó a principios de 2009 una nueva entrega que fusiona los personajes originales de la serie con los superhéroes del universo DC, con Batman y Superman como referentes.
Que un grupo de luchadores se reúna en un torneo legendario para elegir cuál es el mejor de todos no fue un argumento muy original a fines de la década del 80. Las películas de kickboxing , donde el protagonista que defiende su honor a fuerza de puños y patadas, es un claro ejemplo. Del lado de los videojuegos, la tendencia estaba marcada por Street Fighter 2 , un título que hacía las delicias de los gamers de las salas de arcade.
Sin embargo, a pesar de la violencia latente que residía en estos títulos, no existía ese instinto "asesino". Los luchadores ganaban, perdían, salían maltrechos, pero ninguno dejaba de vivir. Como si existiera la necesidad de renovar el acto de una obra de teatro para que los actores vuelvan a escena. Había algo de sangre, pero todo se debía enmarcar en un ambiente correcto.
Se repetían fórmulas en diversos títulos del género, y quien intentó realizar algo diferente fue Atari con su juego Pit Fighter en 1990. Bajo el argumento del "vale todo", se podía usar cuchillos, golpes con sillas o cajones con una novedosa técnica de digitalización de los actores que interpretaban a los luchadores. Sin embargo, su facilidad para ser jugado era deficiente y no tuvo demasiado éxito.
Dos años más tarde, la técnica de digitalización fue adoptada por Midway, con un título que pateó el tablero en el género de los videojuegos de pelea: Mortal Kombat .
Más allá de los avances gráficos y sonoros, el argumento ofrecía un universo con una oscura historia de mundos paralelos, poderes sobrenaturales e historias que definían de forma individual a cada personaje del juego.
Y por sobre todas las cosas, muchas escenas violentas y sangre.
Creado por Ed Boon y John Tobias, el videojuego cuenta la historia de un legendario torneo llamado Mortal Kombat. Durante siglos el certamen sirvió para medir las fuerzas de los guerreros de todo el mundo. Sin embargo, un personaje siniestro llamado Shang Tsung pretende ganar el torneo para abrir las puertas del Outworld, un universo dominado por el emperador Shao Kahn que pretende incorporar entre sus conquistas a la Tierra. Allí, varios guerreros con diversas motivaciones pelearán para evitar que esto suceda.
La elaborada historia que gestó el universo Mortal Kombat cautivó al público. La manera de jugar difería respecto a Street Fighter 2, pero no le restaba para nada la popularidad. Por su parte, se caracterizó por ofrecer al jugador la posibilidad de rematar al oponente al finalizar el combate, momento en el cual se sucedían escenas por demás sangrientas denominadas "fatality".
Dado el éxito que tuvo el videojuego en las salas de arcade, este título fue adaptado a las consolas hogareñas más populares de la época. Hubo una curiosidad, en las versiones para los equipos Super NES y MegaDrive la sangre y los "fatality" estaban restringidos pero Sega brindó la posibilidad de utilizar un código secreto que consistía en realizar una secuencia con los botones del joystick para restaurar dichas características. Nintendo, por su parte, se autocensuró y no permitió que esto suceda al ofrecer una versión del Mortal Kombat sin la polémica esencia del juego: la violencia.
La controversia que generó la irrupción de este tipo de juegos provocó la formación de una asociación que clasificó a los títulos de la industria por su violencia física, verbal o escenas sexuales. La Asociación de Software de Entretenimiento (Entertainment Software Association en inglés) creó la
Comisión de Clasificación de Software de Entretenimiento (Entertainment Software Rating Board, ESRB según sus siglas en inglés) para ofrecerle una guía de orientación a los padres que ayuda a elegir los contenidos que consideran correctos para sus hijos.
Una vez establecida la clasificación de contenidos en los videojuegos, en 1994 Nintendo dejó de lado la limitación de violencia que había impuesto a la versión de Mortal Kombat y junto a Midway lanzó Killer Instinct. El uso de nuevas tecnologías para visualizar a los personajes fue toda una revolución para la época, el juego sólo tuvo una secuela.
Mortal Kombat había pegado primero, y para demostrar su vigencia estrenó a principios de 2009 una nueva entrega que fusiona los personajes originales de la serie con los superhéroes del universo DC, con Batman y Superman como referentes.
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