Al comienzo del sistema solar los cometas podrían haber contenido mares de agua líquida subterráneos propicios para la aparición de la vida.
En una nueva versión de la panspermia un estudio propone que las vastas cantidades de agua líquida almacenada en el interior de los cometas en los primeros millones de años después de la formación del sistema solar podría haber facilitado la aparición de la vida.
Se sabe que los cometas contienen materia orgánica, aunque se supone que es de origen no biológico. Así también debía de ser al comienzo de la formación del sistema solar, momento en el que además debía haber mucha mayor cantidad de este tipo de cuerpos, al fin y al cabo eran los planetesimales que formaron los planetas.
Chandra Wickramasinghe y sus colaboradores del Cardiff Centre for Astrobiology proponen en un artículo aparecido en International Journal of Astrobiology que los cometas de esa época podrían haber sido lugares ideales para que crecieran bacterias.
Estos investigadores han calculado la historia térmica de los cometas que se formaron a partir del polvo interestelar e interplanetario hace 4500 millones de años. Se cree que la onda de presión generada por la explosión de una supernova cercana habría comprimido el polvo interestelar que finalmente dio lugar a nuestro sistema solar, pero esta explosión también la habría contaminado de elementos radiactivos como el aluminio 26.
Estos elementos habría sido incorporados a los planetesimales que se formaron en esa época, cuerpos congelados compuestos principalmente por hielo similares a los que ahora hay ahora en el cinturón de Kuiper y que constituyen los cometas cuando su órbita así lo permite. La posterior desintegración de estos elementos habría producido suficiente energía como para derretir los hielos interiores, produciéndose mares bajo su corteza congelada. Estos mares subterráneos (propicios para la aparición de la vida) habrían permanecido líquidos durante millones de años.
En su estudio estos investigadores calculan que debía de haber 100.000 millones de cometas con interior líquido.
Otro proceso que permite la fusión de hielo en el interior de los cometas es su acercamiento al sistema solar interior. Se observaron pruebas de ello en los datos registrados por la sonda Deep Impact del cometa Temple 1 en 2005.
La existencia de esta agua líquida apoya la idea de una posible conexión entre el origen de la vida en la Tierra y los cometas. Según la teoría de la panspermia (que no resuelve el problema de la aparición de la vida, sino que lo traslada) ésta habría llegado aquí sembrada por cometas.
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