El fenómeno se observa en el centro rotacional de la mayoría de las galaxias y contrarresta la emisión de grandes cantidades de luz a medida que aumenta por la agregación de gas y polvo.
Investigadores de la Universidad de Boston en Estados Unidos desvelan esta semana en la revista Nature algunas características de los chorros de partículas o jets que proyectan los agujeros negros.
Según los investigadores, los agujeros negros supermasivos se encuentran en el centro rotacional de la mayoría de las galaxias y que de alguna manera contrarrestan la emisión de grandes cantidades de luz a medida que aumentan por la agregación de gas y polvo de sus alrededores.
Los investigadores revelan por primera vez las estructuras del interior de un jet o chorro de plasma que emana de un agujero negro supermasivo o «núcleo galáctico activo» y resuelven el misterio de cómo se forman estos jets de partículas.
Según los investigadores, un blazar es un tipo particular de núcleo galáctico activo, que posee un par de jets de plasma que fluyen del agujero negro a velocidades cercanas a la luz. Los científicos han realizado modelos de estos chorros pero hasta ahora no han sido capaces de localizar su origen preciso u obtener una idea concreta de cómo se forman.
Los científicos, dirigidos por Alan P. Marscher, informan sobre secuencias de imágenes de radio de alta resolución y medidas de polarización óptica del blazar conocido como BL Lacertae. Los datos revelan un aspecto brillante en el jet que causa un doble destello de radiación a diferentes longitudes de onda.
Los autores han podido verificar que el jet comienza en una región con un campo magnético helicoidal enroscado y localizan la actividad inicial dentro de la zona en la que el jet se acelera y se orienta.
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