Otro paso más en el desarrollo de nuevos materiales, y en este caso, uno con propiedades sorprendentes logrado a partir de madera de haya y de pino. Lo han conseguido unos estudiantes de la Universidad de Chile, transformando esta madera en carburo de silicio biomórfico, un carburo que tiene estructura de diamante y que es casi tan duro como éste.
Esta no es la única forma de conseguir este carburo, a partir de arenas o cuarzo de alta pureza y coke de petróleo fusionados en horno eléctrico a más de 2000 ºC también es posible, pero la novedad radica en que los medios utilizados en esta ocasión para obtener este durísimo material han sido menos sofisticados y más baratos, así como la propia materia prima, madera de haya y pino que posteriormente han petrificado.
Las ventajas de este material son múltiples, tales como una expansión térmica relativamente baja, un alto ratio fuerza-peso, alta conductividad térmica, dureza, resistencia a la abrasión y a la corrosión, y mantenimiento de la resistencia elástica a temperaturas de hasta 1.650 ºC. Además, el carburo de silicio es una cerámica conductora de la electricidad y es muy estable a la oxidación.
Para hacernos una idea, el método seguido por los estudiantes para obtener este material a partir de la madera fue similar a lo que sucede cuando la lava de un volcán envuelve un árbol y lo petrifica. Y tal es la dureza del material logrado por los estudiantes que no pudo cortarse con una sierra para cortar acero, sino con una sierra diamantada.
Estamos ante un gran paso para conseguir un material con unas características extraordinarias a partir de una materia prima y un proceso realmente económico.
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